31 de marzo de 2024
Manchana Covunco – Las Olletas – RP 68 – Laguna Palao – Laguna Huaraco
El domingo de Pascuas nos encontró en las estribaciones de la cordillera del Viento, con el objetivo de llegar a nuestra esquiva laguna Huaraco, un vieja aspiración no cumplida.
Desayunamos con una Rosca de Pascuas que habíamos traído para la ocasión y después empezamos el día haciendo un breve desvío yendo a visitar Las Olletas, donde un enorme piquete de chivos casi no nos deja pasar.
Las Olletas son unos pequeños geiseres en el cauce del arroyo Covunco , el cual corre en una profunda garganta tallada en la roca.
Desde donde se dejan los vehículos hay que caminar unos dos kilómetros por una angostita huella de herradura que te lleva hasta el lugar donde se encuentran estos continuos afloramientos de agua hirviente.
Mientras disfrutábamos de estos fantásticos fenómenos naturales, nos alcanzó el rebaño de chivos y la caballada que habíamos sorteado más atrás.
Acá el espectáculo era más llamativo porque casi todos tenían que pasar por un angostito puente sobre el arroyo y el amontonamiento era monumental. Los increíbles perros que las guiaban trabajaban a destajo para que no se desordenaran.
Volvimos a las chatas para emprender la aventura de la RP68, que todos teníamos muchas ganar de conocer.
El día estaba gris y con pinta de empezar a lloviznar pero esto no iba impedir encararla. La RP68 fue abierta recientemente y conecta el norte neuquino en forma directa con Chos Malal sin pasar por Andacollo, cruzando el corazón de la Cordillera del Viento, muy cerca del Domuyo.
Su trazado es impresionante, ya que todo el tiempo, excepto cuando se transita la Pampa Ferraina, parece que vas volando en un avión sobrevolando los profundos cañadones por prolijos caminos de cornisa, que por ahora, por cuestiones de seguridad, sólo es recomendado para vehículos 4×4. Cuando la llovizna creció en intensidad, entendimos el porqué de la recomendación, ya que el piso es básicamente de tierra y se vuelve resbaladizo.
No llegamos hasta el final de la RP68 en Tricao Malal, porque nuestro objetivo era otro y después de vadear el río Curi Leuvú, tomamos un desvío a la izquierda que nos hizo pasar por la sorprendente laguna Palao, a los pies del cerro homónimo.
Esta laguna se mostró con un inesperado e intenso color verde esmeralda que se llevó las mejores fotos del viaje. El cerro Palao, parcialmente cubierto por la nubosidad mostraba que había recibido alguna suave nevada durante el día y nos presagiaba una noche bastante extrema.
Seguimos hacia adelante, torciendo hacia el norte con rumbo a la laguna Huaraco, ahora por una huella cada vez menos transitada y despareja, atravesando un terreno decididamente de origen volcánico.
Después de vadear el arroyo Poñihue, la última trepada nos depositó en la remota y desolada laguna Huaraco, donde teníamos previsto acampar.
El frío, la llovizna y el viento reinante no la hacían el mejor lugar pero a esta altura del día no teníamos opción. Encontrar un lugar con algo de reparo y despejado de piedras dio bastante trabajo pero al final nos conseguimos apiñar cerca de una pared rocosa donde pese al frío conseguimos calentar un explosivo guiso de lentejas que había traído Pablo que degustamos con voracidad.
Mientras tanto, la anécdota fue que mientras yo bajaba cosas de la caja de la chata, le erré a un escalón de piedra que había acomodado para subir y caí de espaldas al piso. Muy milagrosamente no me hice nada: podría haberme lastimado seriamente si alguna piedrita se interponía entre mi espalda y el suelo pero por suerte no pasó de un gran susto.
Un atardecer increíble despidió un intenso día mientras la bajada de temperatura se hacía sentir.
Mañana intentaríamos salir por una huella desconocida hacia Barrancas, cerrando el circuito.
Que tipo que admiro El Pampa!
Mucho de esto lo hice en bicicleta solo.
Me gustaría Si tenés los tracks por favor, sobre todo para llegar a huaraco y después de huaraco a barrancas.
Gracias maestro por inspirar!
Hola Pablo, tanto tiempo. Te los paso por mail. Es Muy bueno el de Huaraco a Barrancas