07 de setiembre de 2024

Habíamos salido de casa el sábado temprano y a través de la RP6 y la RN205 nos arrimamos a la RP51 con rumbo a Tapalqué, donde iríamos a buscar el inicio del canal 11.

Unos kilómetros antes de llegar a la entrada a General Alvear, en uno de los caminos de acceso a José Micheo, nos llamó la atención un puente reticulado sobre el que nunca antes habíamos reparado. Lo bueno de andar con tiempo y sin muchos planes es que hace que no cueste nada desviarse e ir a curiosear. Seguro no era un puente ferroviario ya que no hay vías tan cercanas a la RP51.

A los dos kilómetros de andar, se materializó ante nosotros, mostrando uno de esos puentes que uno no se explica porqué semejante estructura se dispuso allí: no parece ser una ruta que justifique un puente de tamaña importancia.

Se trata de una estructura reticulada roblonada con calzada de hormigón pensada para soportar altos tonelajes, uno de esos tantos misterios de nuestra provincia de Buenos Aires.

Pero no es todo lo que vimos: el arroyo que cruza, el Las Flores, en ese lugar tiene un paisaje espectacular que invita a detenerse y tomar unos mates en su orilla, que es lo que hicimos.

Seguramente debe ser un lugar frecuentado por pescadores aunque debo reconocer que se encuentra muy limpio, lo que denota que no es mucha la gente que lo visita. Lo recomendamos.

Después esta imprevisto desvío, le metimos casi derecho hasta el canal 11 para tratar de descubrir su inicio, el cual se encuentra sobre el arroyo Tapalqué antes de ingresar a esta localidad.

Digo casi derecho porque nos desviamos por un camino rural a un puente accesible sobre el mismo canal 11 muy cercano a la RP51 con el objeto de ver si sería posible costear sus márgenes luego de conocer sus inicios, ya que los primeros kilómetros, hasta las cercanías de Campodónico, lucía sin huellas en las satelitales. Efectivamente es así ya que aún sobre un poco transitado camino rural había candados. Mal indicio para la tranquera que nos interesaba sobre la RP51 a la que llegamos pasando por el Paraje El Triángulo.

La tranquera que nos interesaba, al final tenía candado, aunque a veces debe estar abierta porque también tenía gancho. Sólo estábamos a dos kilómetros y medio de las compuertas, las que a lo lejos las divisamos desde el puente de la RP51; estas deben estar seteadas para evacuar las crecidas del arroyo Tapalqué porque el canal casi estaba sin agua en este momento, es decir que este canal aquí funciona por rebalse de las crecidas.

Dudamos en acercarnos caminando pero no nos animamos a dejar la chata sola sobre la ruta. Habrá que estar atentos cada vez que pasemos por allí a ver si el candado no está. Un fracaso que nos obligó al Plan B, de recorrer estaciones del extinto Ferrocarril Provincial.

No obstante al continuar hacia el sur por la RP51, investigamos otra tranquera de la estancia Las Delicias que parecía apuntarle al arroyo Tapalqué, pero también tenía candado y gancho. Lo curioso fue encontrar un poema escrito sobre las tablas de la tranquera, algo que no habíamos visto nunca. Una tranquera poética…

Nos vemos en la traza del Provincial en la próxima entrega.