Florencio Varela – Brandsen – Ranchos – General Belgrano -Ayacucho – Paraje Dos naciones – Camino de los Curros – Abra Puerta del Diablo
El viaje empezó el sábado bien temprano en Florencio Varela desde donde salimos en busca de paisajes serranos y estaciones ferroviarias. Esta vez usamos la RP29, que ahora está en bastantes buenas condiciones y en estos fines de semana no turísticos tiene poco tráfico y es muy tranquila, como para manejar relajado tomando unos mates.
El único tramo feo es alrededor del puente del Samborombón, donde está en construcción un segundo puente paralelo, pero es bastante corto.
Después de Ayacucho, todavía en la RP29, tomamos un atajo por una vieja ruta de tierra rumbo a Dos Naciones, donde empezamos a disfrutar del colinoso entorno.
Ya luego de Dos Naciones, que no visitamos porque había sido objeto de un paseo anterior, pusimos proa a lo que nos había quedado en el tintero: la Puerta del Diablo. Si bien este tramo de enlace ya lo habíamos realizado, hacerlo en sentido inverso nos proporcionó perspectivas diferentes que disfrutamos mucho.
Una vieja construcción abandonada en Dos NacionesSaliendo de Dos Naciones, comienzan los paisajes onduladosAl avanzar, el entorno se pone cada vez mas bonitoQue buenas sensaciones se sienten al transitar estos paisajes!Y así los vamos dejando atrás…
Al llegar al cruce con el camino que nos conduciría a la Puerta del Diablo nos sorprendió un cartel que anunciaba el «Camino de los Curros».
Como imaginarán enseguida pensamos qué tendrían que ver los políticos con este camino, pero pese a que no aclaraba mucho más, entendimos que tendría que ver con el pajarito que se mostraba en la foto del cartel.
Cuando tuviéramos señal de internet lo chequearíamos, ya que allí en plena naturaleza, por suerte no había…
Este Camino de los Curros está bordeado a ambos lados por unos arbustos de un verde muy llamativo y hacia el final del mismo se visualiza un abra en un cordón serrano que indudablemente debería ser la famosa Puerta del Diablo.
El Camino de los Curros, flanqueado por una densa arboledaA 6 kilómetros de la Puerta del DiabloLlegando a la Puerta del Diablo
Unos kilómetros más adelante nos introdujimos en esa abra, que sin ser algo espectacular es bastante cerrada y muy pintoresca: alberga un arroyo temporario y una bonita estancia muy arbolada: La Serranita.
Dentro del abraUno de los cerros que flanquean la Puerta del Diablo, una especie de marco de la puertaArboledas de la estancia La SerranitaAl fondo se ve el abra que atravesamos
Allí hicimos un alto en el camino y aprovechamos para comer unos ricos sándwiches de milanesa que trajimos de casa.
Cuando retomamos el viaje, prontamente salimos a la RP227, la cual cruzamos con la intención de iniciar un extenso periplo ferroviario por el ramal que une Tandil (Desvío Aguerre) con Lobería.
Sobre la ruta pudimos tomar señal fugazmente y nos sacamos la duda de los curros: ninguna de las dos suposiciones era la correcta, ya que el motivo del nombre eran justamente los llamativos arbustos, que ahora que miramos bien, son característicos de la zona, aunque no en la misma densidad que en este particular camino. Les dejo el link que encontramos para mayor información: https://florabonaerense.blogspot.com/2021/12/camino-de-los-curros.html
Después de pasar la tarde anterior en la laguna LA BRAVA y sabiendo que teníamos gasoil para volver tranquilos a casa, nos dispusimos a pasear por las serranías de Balcarce y Tandil, buscando lugares poco visitados.
El primer objetivo era terminar de rodear la laguna La Brava por una huella precaria por el oeste. Años atrás habíamos intentado desde el extremo sur, después de unas lluvias y se nos había negado por el barro; ahora lo intentamos desde el norte y también se nos frustró porque un grueso árbol caído impedía el paso, La tercera será la vencida…
La huella oeste de La BravaEl árbol caído que nos interceptó
Reculamos hacia la RN226 y a la altura de una gran curva a la derecha nos metimos por un camino de tierra para «ahorrar camino» rumbo a Balcarce, adonde ingresamos por sus fondos, donde está la subestación eléctrica.
Cruzamos todo Balcarce, confirmando la excelente decisión de ir a Vidal a buscar combustible porque todas las estaciones de servicio estaban cerradas.
Le apuntamos a un camino vecinal más o menos transitado, que creo que era la vieja ruta 226 hasta que la asfaltaron y por supuesto rectificaron, con vistas muy pintorescas de las serranías, con el objetivo de conocer el paraje DOS NACIONES, que siempre había visto en los carteles de la ruta y sabía de un viejo almacén de campo en actividad que me había comentado Susana Gioacchini, de Truenotour.
El camino era bastante intricado con muchas curvas y con suaves subidas y bajadas que daba gusto manejar, disfrutando de las sierras y de los campos cultivados.
Prolijos cultivos y sierras de BalcarceCaminos que invitan a pasearHermosos paisajes serranosUn lavadero de animales abandonadoAfloramientos rocosos en las cultivosBucólicos caminos serranos
Llegamos al almacén, con un viejísimo surtidor en la puerta y nos adentramos a curiosear: al atravesar la puerta, fue como si hubiéramos cruzado un portal en el tiempo entre dos épocas.
La sensación de fresco del interior contrastaba con el calor de afuera haciendo claras las dos situaciones; dentro, las altas estanterías centenarias llenas de artículos viejos destacando el orden perfecto de las botellas de muchas bebidas que no existen más, un piso de mosaicos con un particular dibujo impecable, una vieja máquina para moler café, las baúles de artículos que se vendían sueltos, el mostrador original y muchas cosas antiguas por doquier, te sitúan por un momento en el siglo pasado.
Destacamos la amabilidad de la dueña que nos atendió con una sonrisa como si fuéramos clientes habituales pese a que sólo estábamos curioseando.
Por supuesto le preguntamos por el llamativo nombre de DOS NACIONES y nos contó se debe que los fundadores fueron un italiano y un español, allá por el 1900.
No necesitábamos nada, pero compramos algo para ser partícipes de esa postal del pasado.
Un viejísimo surtidor frente al almacénCentenaria moledora de café y estanteríasBotellas de muchos años prolijamente ordenadasBanderas que recuerdan el origen del almacénAntigua publicidad de Goodyear
Seguimos camino rumbo a otro punto llamativo que había encontrado en los mapas: EL PASO DE LA MUERTE.
Por supuesto es un pomposo nombre de un tramo de traza de un camino vecinal que cruza el arroyo Las Chicas (el curso de agua que origina cerca de Ayacucho el CANAL 5, objeto de una entrada anterior) y que por lo que había investigado, sólo era transitado en bicicletas y en motos. Sabía que sería difícil, más con la chata nueva, pero nos íbamos a asomar a verlo y por qué no, intentarlo.
Otra vez intricados y sinuosos caminos con muchos rodeos de campos, con vistas a las sierras de Balcarce atrás y a las de Tandil adelante, por paisajes muy bonitos, con varios pequeños vados que indicaban lo que se venía…
Los caminos se hicieron menos transitadosPero cada vez mas lindosUn vadeito para humedecer las patitasMas hermosas huellas vecinales
A mil metros del Paso de la Muerte, después de un par de kilómetros por una huella imperceptible, llegaron las piedras y el inicio de una senda para motos y bicicletas, a lo sumo. En realidad se podía seguir con cuidado, pero preferimos ir a ver si era factible este «tenebroso» paso antes de seguir adelante con la chata.
Hicimos una larga caminata, con un fuerte viento que peinaba los trigales, hasta llegar al arroyo Las Chilcas y su Paso de la Muerte. Nada que ver el nombre con el lugar ya que se trata de un hermoso arroyo serrano, con árboles que invitan a un picnic.
Trigales jugando con el viento
La conclusión es que el paso es practicable aunque hay que andar con mucho cuidado y tal vez haya que trabajar un poco para acomodar algunas piedras para cruzar el arroyo Las Chilcas.
Llegar desde donde dejamos la chata hasta acá también es posible. La duda vino por la continuación del otro lado que, para empezar tiene una fuerte pendiente para salir del arroyo y luego, hasta el primer camino visible en Earth Google había cuatro o cinco kilómetros de los cuales no teníamos idea de obstáculos y fundamente alambrados. Sin duda en otra oportunidad trataremos de ingresar por este otro lado, sabiendo que luego del cruce hay salida. ¨Puede ser una linda expedición.
Hasta acá huellas de autos
«Camino» largo que baja y se pierde…
El Paso de la Muerte desde lejosLlegando al Paso de la MuerteHermosa arboleda sobre el arroyoLa zona del pasoEl paso de la Muerte no es tan tenebroso…La salida hacia el oeste es por ese pedreroTranquilo arroyo Las Chilcas
El recorrido hasta Dos naciones y al Paso de la Muerte
Satisfechos con el Paso de la Muerte, seguimos en busca del Vado de la Trinidad, en las cercanías de Pablo Acosta, sobre el arroyo de los Huesos.