Amaneció muy fresco en Gardey. Incluso dentro de nuestra cabaña también había bajado la temperatura porque, claro, ninguno de los dos se levantó durante la noche a alimentar la salamandra.
El día despuntó muy lindo y pudimos comprobar la belleza del lugar donde recalamos anoche, el complejo de cabañas EL OTA.
El bosque de eucaliptos es encantador y las cabañas están bien separadas como para tener suficiente privacidad. Muy lindo lugar para descansar y excelente la atención de su dueño Daniel. Muy recomendables!
Nuestra cabaña en el bosque encantadoHermosa arboleda de altos eucaliptosCamino de acceso a las cabañasSenderos internos
Desayunamos tranquilos, acomodamos los bártulos en la chata y salimos a completar el recorrido mientras regresábamos a casa.
Nos dimos una linda vuelta por GARDEY, que nos impresionó muy gratamente por la prolijidad y tranquilidad: pueblo con bicicletas sin cadenas en la calle, seguro es un buen lugar para vivir.
Por la hora que lo recorrimos parecía un pueblo completamente desierto, como lo documentan las fotos que siguen: calles y plazas sin humano alguno.
Domingo temprano éramos los únicos en las callesTodo desiertoNadie por las callesHabrían evacuado el pueblo?No hay caso, nadie! Qué tranquilidad!!!
Las edificaciones antiguas están muy bien preservadas y es placer contemplarlas. Y hay muchas!
La Iglesia San Antonio de PaduaUn coqueto almacén de campoEl almacén Vulcano, una de l as atracciones de Gardey, aunque era demasiado temprano y estaba cerradoHermosa antigua construcción en ventaOtra vieja construcción en donde funciona un comercioClub Social y Deportivo y Ferroviario GardeyUna vieja estación de servicio en desuso
La estación está muy linda y cuidada y ahora funciona como Biblioteca Popular.
No hace tanto existía un tren turístico que salía de Tandil pero ya no corre, sin embargo parece lista para entrar en actividad cuando se lo requieran.
Hermosa estación Gardey desde la calleEl anden, impecable aunque en desusoEl bebedero y el cartel enlozadoSe repiten los gigantescos galponesEl cartel y la estación desde las vías tapadas por el céspedLa traza ferroviaria mirando a TandilLo que queda de un molinoUna fotógrafa en el andénOtro fotógrafo másTúnel vegetal en dirección a Vela (María Ignacia)
Seguimos con rumbo a María Ignacia, por caminitos serranos
Nos dirigimos por caminos entreverados tratando de acortar distancias hacia EL LENGUARAZ, lo cual resultó un fracaso ya que al final varios de los que figuraban como atajos en el GPS terminaban dentro de estancias con candados en sus tranqueras. Terminamos haciendo muchos kilómetros más de lo planeado.
Igual nos la ingeniamos para llegar a esta estación de nombre tan particular, que es una de las tantas que prácticamente no tienen un poblado a su alrededor aunque si tiene una hermosa escuela que todavía funciona, tal como nos contó el morador de la estación, que a su vez es el portero de la escuela desde hace muchos años.
Morador de la estación y auxiliar de la escuelaSiempre es lindo ver ondear nuestra banderaLa escuela del paraje El Lenguaraz
El edificio, de dos plantas, es enorme y casi desproporcionado para el entorno, pero se encuentra en excelentes condiciones, probablemente porque siempre contó con alguien que previno el vandalismo que, de otro modo, habría sufrido como la mayoría. Tal como observamos en otras estaciones que visitamos posteriormente, la longitud del andén refleja el optimismo de sus diseñadores; igualmente impresionante es el tamaño de los galpones.
Uno de los carteles de El LenguarazEl Lenguaraz está enteritaSolitario galpónLarguísimo andén inexplicableEdificio de dos plantas en el medio de la nadaConserva todos sus cartelesEstructuras roblonadas perfectasCactus adorna la cercaOtra más del inexplicable anden:El lenguaraz en El Lenguaraz jajajaja
Dejamos EL LENGUARAZ y por el clásico camino que costea las vías nos dirigimos a LICENCIADO MATIENZO, un pequeño poblado de sólo nueve manzanas, donde encontramos una réplica exacta de la anterior y de las que nos quedaban por ver durante el día.
La fachada de la estación, visible desde el pueblo y adornada con un parque infantil, presenta un aspecto atractivo y bien mantenido. Sin embargo, está claro que alguien ocupa el lugar, ya que el interior contrasta marcadamente en su estado. A pesar de que parecía deshabitado, no me animé a meterme, por lo que tuve que ser astuto para tomar algunas fotografías del andén y las señalizaciones..
En el predio de la estación hay una gran cantidad de silos bolsas lo que indica gran actividad agrícola.
Frente de Licenciado MatienzoEmpieza repetirse el diseño de dos pisos que vimos antesEl edificio en toda su magnitudEl cartel de Matienzo está impecablePosee unos curiosos carteles enlozadosAlguien la está ocupando, pero está descuidadaNo pude acceder al andén, por eso la foto a contraluzPor el contrario, el parque infantil adyacente está hermosoUna vieja construccion frente a la estaciónIntenso tráfico de camiones con soja, de fondo el gigantesco galpón
Continuamos bordeando las vías hacia la próxima parada, SAN MANUEL, que conserva un estilo similar. La estación aquí está más integrada con el pueblo, con el edificio funcionando como un Museo Histórico y las tierras ferroviarias convertidas en un parque público; hasta construyeron una cancha de bochas en el andén. Vimos a muchos jóvenes reunidos, tomando mate y disfrutando del soleado sábado por la tarde en el predio del ferrocarril.
SAN MANUEL es un muy lindo pueblo de unas 35 manzanas, muy prolijo y parece pleno de actividad.
Frente de estación San Manuel, igual a las anterioresCartel de San ManuelHermosa y cuidada estación San ManuelEl andén de San Manuel y su cancha de bochasSanitarios de San ManuelLa estación devenida en museo históricoUna histórica balanzaEl otro cartelGigantesco s galponesEl predio ferroviario completoCancha de bochasBancos de la estación
Nos restaba visitar una última estación de las previstas para el día, NAPALEOUFÚ, un pequeño poblado junto a la RP227, donde observamos nuevamente el mismo diseño de edificio por cuarta vez. Sacamos fotos de práctica, las cuales podrían haberse confundido fácilmente con las de las otras tres estaciones sin que nadie notara la diferencia. Evidentemente, los constructores contaban con un único diseño que implementaron consistentemente en esta línea.
Estación de NapaleoufúCártel y tanque de agua de napaleoufúSanitarios de NapaleoufúOtra vez gigantescos galponesPampa contento en Napaleoufú
Todavía nos quedaba un poco de luz antes de ir a alojarnos a GARDEY en unas bonitas cabañas que descubrimos googleando. La vez pasada, cuando vinimos a a zona nos había quedado sin investigar la parte oeste del Paso de la Muerte y decidimos ir a asomarnos del otro lado.
Antes de llegar a TANDIL, tomamos unos caminos serranos solitarios pero encantadores, y nos fuimos acercando hasta que el sendero se acabó a tres kilómetros del cruce. Un pastizal alto se presentó, pero se podía intuir que, con precaución, era posible continuar con el vehículo, lo cual hicimos por un kilómetro y medio más. Aunque era factible seguir, no era prudente hacerlo solos, ya que era imposible discernir lo que había debajo. Sin embargo, la curiosidad prevaleció y, aunque la luz empezaba a disminuir, decidimos explorar a pie un poco más para evaluar su viabilidad para el futuro intento de atravesar el Paso de la Muerte con chatas.
Encantadores paisajes serranosCada vez mas tenueEl pasto se vuelve más altoHasta que la huella casi desaparece
Avanzamos un kilómetro mas entre los altos pastizales, con cierto riesgo ya que vaya a saber con que bicho nos podíamos encontrar, pero la curiosidad pudo más y alcanzamos a divisar a 500 metros el arroyo Las Chilcas y el famoso paso, sin observar obstáculos insalvables. Cuando encuentre algún socio, seguro con las fiel Pampa 02 me le animo: habrá que trabajar un rato pero es un lindo desafío.
A 1.2 kilómetros, dejamos la chata y arrancamos a piePor acá caminamosVolviendo
Nos volvimos, casi a oscuras y nos encaminamos a GARDEY a las cabañas EL OTA, en el medio de un denso bosque de eucaliptos.
Entrada cabañas El OTA
Hacia bastante frío y una salamandra encendida nos esperaba y donde cenamos el locro que nos habíamos traído listo para calentar.
Mañana todavía teníamos un variado y extenso regreso ferroviario, previa escala en GARDEY