En el derrotero hasta LA ADELA, nos encontramos con la grata sorpresa del excelente estado de conservación de NICOLÁS LEVALLE, la cual indudablemente está preservada por alguna organización pese a que no presta servicio alguno, salvo ver pasar trenes cargueros.
Desde la estación, salían desvíos salineros que llegaban al cargadero de vagones al cual arribaban por la vía de trocha angosta trenes con cargamentos de sal desde las salinas La Aurora y Las Barrancas.
Entre la década de los años 80 y 90 ambos cargaderos fueron sacados de servicio y se reemplazaron por camiones que cargan la sal en las respectivas salinas y la llevan a los distintos puntos de consumo.
Algunas referencias a estos ramales salineros se pueden leer cliqueando sobre el resaltado. (Al principio habla de Anzóategui, pero más abajo se refiere a las salinas cercanas a Levalle)
Anterior
Siguiente
Salimos satisfechos a la ruta en busca de la próxima estación y nos topamos con ALGARROBO , cuyo poblado se llama JUAN COUSTÉ. Es una tranquila localidad de unas 5000 almas con aspecto muy prolijo, con una estación bastante conservada, pero que no presta servicio alguno.
En el mismo, además de mencionar que Juan Cousté fue un importante hacendado de la zona que también fue Intendente del Partido de Villarino, lo que explica el nombre. Pero lo más curioso es que la zona estuvo envuelta en un aparente hallazgo de petróleo mientras buscaban agua para riego , que derivó en una serie de interesantes conflictos por permisos de cateo por algo que luego no tuvo entidad.
Anterior
Siguiente
Siguiendo nuestro recorrido ferroviario nos tocó la desolada MONTES DE OCA, donde salvo el nomenclador, el andén, algunos escombros y un enorme cactus, no hay nada más. Aquí nunca hubo poblado o al menos no hay vestigio alguno.
Anterior
Siguiente
Más adelante, «encontramos» por llamarlo de algún modo, lo que queda de GAVIOTAS, donde claramente se ha demolido casi todo, donde únicamente quedó claramente visible el enorme tanque de agua.
Anterior
Siguiente
Por último, intentamos llegar a ANZOATEGUI, que si curiosearon el enlace de ramales salineros previo, notarán que también tuvo pasado ferroviario salinero. No pudimos llegar porque una tranquera con candado, carteles disuasivos y una cámara de seguridad, sugerían no intentar entrar. No obstante logramos sacar unas fotos desde lejos que nos revelaron una arquitectura diferente al resto de las de las de este ramal, con esa sucesión de construcciones con techos a dos aguas perpendiculares a las vías. Escondido se alcanza a ver el nomenclador.
Ir al sur argentino desde Buenos Aires implica muchos kilómetros de ruta que de algún modo hay que amortizar. Por eso, además del objetivo final, es importante tratar de encontrar objetivos intermedios que hagan más entretenido y llevadero el viaje.
Eso es lo que hicimos con mi esposa este febrero 2023 cuando decidimos volver a visitar el Parque Nacional Perito Moreno en el norte de Santa Cruz, a más de 2500 km de casa.
DIA 1: Florencio VARELA – LA ADELA:
Salimos de Florencio Varela el lunes 12 de febrero por la mañana con la idea de pernoctar en La Adela, provincia de La Pampa, a 850 km de casa.
El entusiasmo de las primeras horas de vacaciones después de un largo año sin viajes extensos, nos hizo viajar raudamente hasta Bahía Blanca sin paradas, solamente las obligadas para reponer combustible y cargar los mapas en en el GPS que misteriosamente habían desaparecido, en la casa de mi amigo Pablo.
Como el tiempo nos sobraba, a partir de allí iniciamos nuestras escalas intermedias, visitando estaciones ferroviarias, un clásico de nuestros viajes. Muchísimas veces pasamos por la ruta 22 y siempre dejábamos para otra vez visitar algunas de las estaciones del ferrocarril del Sud y esta vez no íbamos a postergarlas. Desde Bahía Blanca hasta Médanos ya las conocíamos, pero de allí en adelante no, así que procedimos a hilvanarlas en serie, sin saltear ninguna.
Cayendo la tarde nos alojamos en el complejo PAMPAS AL SUR completamente recomendable para pasar la noche después de intensos casi 1000 kilómetros del primer día de viaje.
DÍA 2: De La Adela a Los Altares (13 de febrero de 2023)
Hoy fue un día tranquilo de enlace, disfrutando de la compañía, del paisaje y del manejo, que tanto me gusta.
Le pegamos de un tirón hasta Arroyo Verde, donde paramos a comer algo en el acceso a Puerto Lobos, donde verifique que la ruta que viene de Cona Niyeu existe pero tiene una tranquera con quinientos mil candados, y después hicimos una fugaz visita a Puerto Madryn para visitar el terreno que tenemos allí.
Luego hasta Trelew por la nunca terminada Autovía 3 y de allí derecho por la RP25 hasta Los Altares, donde nos alojamos en la hermosa y remozada hostería del Automóvil Club.
DÍA 3: De Los Altares a Lago Pueyrredón (14 de febrero de 2023)
Con mucho entusiasmo por ser el último día de enlaces para entrar al primer «teatro de operaciones» de la cordillera santacruceña, seguimos por la RN25 un buen trecho hasta tomar el atajo por la RP 63 que te deja en San Martín, acortando muchos kilómetros. La están asfaltando y será una excelente opción una vez que la terminen, aunque falta bastante.
Una vez en la RN40, después del desvío a Aldea Apeleg (vieja ruta 40) el pavimento se vuelve una sinfonía insoportable de pozos y baches, una verdadera vergüenza para nuestra emblemática ruta turística. Tal es así que decidimos entrar a Facundo para ir hasta Río Mayo por el ripio de la RP43 y evitarlos. El desvío, al margen del esquive de los pozos, te permite conocer el hermoso valle de Facundo regado por el río Senguerr y por otra parte está en muy buen estado, retrotrayéndote a los viejos caminos de ripio patagónicos.
Dejamos la RN40 en Bajo Caracoles para romar la RP39 rumbo a Lago Posadas, donde pasamos los siguientes días.
DÍAS 4 y 5 : Descanso en Lago Pueyrredón (15 y 16 de febrero de 2023)
Los detalles de esos días y lo que hicimos lo pueden leer haciendo clic AQUÍ
DÍA 6 : La nueva RP41 (17 de febrero de 2023)
Luego de la placentera estadía en esta zona, encaramos la nueva RP41 para dirigirnos al Parque Nacional Perito Moreno, donde también nos quedaríamos unos días en la estancia La Oriental, visitando a mi querido amigo Eduardo Lada.
La nueva RP41, habilitada únicamente para vehículos 4×4, sigue siendo un atractivo muy interesante, aunque vale aclarar que también sigue siendo un trayecto muy solitario que requiere cierto espíritu de aventura y sacrificio, ya que cualquier problema que uno tenga (una lluvia inesperada, un par de pinchaduras, un desperfecto mecánico,etc.), puede implicar pasar una noche a buena altura en la cordillera con mucho frío, ya que hay muy poco tránsito diario para recibir ayuda. Aprovecho para decir que no es muy racional meterse con un vehículo 4×2, mucho meno si no es lo suficientemente alto o si se lo intenta en solitario. Conviene encararla temprano en la mañana para tener chance de cruzar algún vehículo a lo largo del día.
En mi caso, ya la hice varias veces, conozco el terreno y por otra parte tengo la experiencia para bancar alguna dificultad de este tipo. Y pese a a haberla hecho varias veces, me sigue gustando apreciar los increíbles paisajes que atraviesa.
DÍAS 7 y 8 : El Parque Nacional Perito Moreno (18 y 19 de febrero de 2023)
Las dos narraciones de más abajo, resumen lo más relevante de nuestra estadía en mi lugar en el mundo:
DÍAS 8 y 9 : Enlace y estadía en El Bolsón (20 y 21 de febrero de 2023)
Ya habíamos emprendido el largo regreso pero fue tan rápida la salida del parque y la ruta hasta Rpio Mayo, que en vez de salir por Sarmiento, decidimos a pasar a ver a nuestros amigos Guillermo y Elcira en El Bolsón.
Como algo novedoso, después de compartir una cena y un almuerzo con ellos, fuimos hasta Epuyén, donde nos animamos a entrar al famoso Laberinto, emplazado en un jardín espectacular. Muy recomendable y divertida su visita.
Álbum de El Laberinto de Epuyén:
Anterior
Siguiente
DÍA 10 : De El Bolsón a Viedma (22 de febrero de 2023)
Al final del día, terminamos acampando en la laguna de Cochicó, que al ser un día de semana, estaba muy tranquilo.
El lugar de acampe es muy agradable y tiene sanitarios en buenas condiciones.
DÍA 12 : De Cochicó a casa (24 de febrero de 2023)
Nos levantamos temprano con la idea de llegar rápido a casa. Sin embargo se nos empacó Pampa 02 y nos hizo renegar bastante hasta que misteriosamente comenzó a funcionar normal de nuevo, como si hubiera pasado mal la noche.
Pero no fue todo. en el km 114, cerca la laguna de Lobos se plantó y quiso seguir.
Terminamos llegando a casa sobre una plancha, lo que no empañó un viaje espectacular: al fin y al cabo Pampa 02 no se portó tan mal: el mismo desperfecto en cualquier otro lugar alejado hubiera sido un verdadero problema.
Hicimos 6300 km andando y 120 en una plancha. Los fierros son así…
Como ya dije, esta vez vinimos al Parque Nacional Perito Moreno a descansar mentalmente y a hacer caminatas, con el interrogante de nuestro desconocido y supuestamente no muy buen estado físico. El circuito del Mirador del Belgrano era solamente unos 8 kilómetros que podían ser una buena medida de nuestras posibilidades futuras de encarar otros recorridos más largos.
Este circuito es de los «nuevos», promovido seguramente por la donación de Gilbert Butler de los años anteriores e inicia donde antes arrancaba el sendero al Puesto El 9, en una explanada al sur del lago Belgrano. Dejamos allí la chata y salimos en sentido antihorario por el primer tramo que es estepario y va mutando a bosque achaparrado, a medida que serpenteando entre cañadones se aproxima a la costa del lago.
Ya cerca de la costa, aparece una zona de acampe muy bien delimitada, con un refugio asociado para tres personas y un sanitario en condiciones «noruegas», como ya expresé en otro blog. Ojalá se mantengan así!
Cerca del refugio hay una hermosa playa sobre el lago
El sendero a partir de aquí se adentra en un bosque un poco más denso, como es de imaginar y como es de práctica en este parque, los paisajes son deslumbrantes a cada paso. Así, después de seis kilómetros llegamos a interceptar el otro sendero que se dirige al largo circuito del lago Azara y dado que nos sentíamos bien, optamos por asomarnos unos kilómetros, lo cual fue una excelente decisión por la variedad incesante de paisajes inesperados que se muestran a cada paso.
El circuito del Azara es muy largo y requiere prever pernoctar en alguno de los refugios o llevar una mochila con elementos para acampar, lo que por ahora no estaba en nuestros planes. Después de lo poco que vimos, sin duda que en alguna otra visita nos vamos a animar.
Finalmente, al volver al punto de partida, habíamos hecho poco mas de trece kilómetros, con lo que tuvimos la buena noticia que «milagrosamente» estábamos en mejores condiciones que las que suponíamos. El circuito grande de la península del Belgrano nos estaba esperando para el día siguiente.
Sin embargo, todavía nos habían quedado ganas de pasear y nos fuimos a visitar, con la chata, el lago Burmeister, reino del viento del oeste.
Esta zona es un rincón poco conocido de la Patagonia, ya que en el pasado su acceso no era muy cómodo, por llamarlo de algún modo. Si bien la RP 39 siempre fue una sencilla ruta de ripio típicamente patagónica, los casi 100 kilómetros que los separan de Bajo Caracoles desanimaban a los viajeros, potenciados por la falta de información reinante.
Pero hace un tiempo la cosa cambió. Una ruta recientemente abierta por Vialidad de Santa Cruz, entre el lago Posadas y el Parque Nacional Perito Moreno, de la cual me enorgullezco de haber sido uno de los precursores, al haberla recorrido en modo offroad para vehículos de cuatro ruedas en 2016, hizo que muchos aventureros se largaran a investigar. La crónica de esa aventura la pueden leer haciendo clic.
Esta ruta, por ahora recomendable solamente para vehículos 4×4, permite hacer un circuito «redondo» sin ir y volver por el mismo camino, por paisajes deslumbrantes pero muy solitarios.
Los menos osados ahora se asoman a la zona para tantear el terreno y no quiero pensar el auge que tendrá cuando finalmente la ruta sea apta para todo tipo de vehículos. Otro nuevo atractivo es un nuevo paso a Chile siguiendo el curso del río Oro, el cual se ha comenzado a construir.
En mi caso había andado por aquí varias veces, pero siempre de pasada, yendo o viniendo del Parque Nacional Perito Moreno y una vez que nos llegamos hasta las nacientes del río Oro, a los pies del cerro San Lorenzo.
Nunca me había quedado un par de días en la zona acampando a orillas de los lagos, disfrutando del hermoso microclima cordillerano que reina aquí, a solamente 250 metros sobre el nivel del mar pese a estar completamente inmerso en los Andes patagónicos.
Entramos por el norte del lago Posadas, visitando el famoso Arco de Piedra, para luego cruzar a la margen de enfrente por el istmo que lo separa del lago Pueyrredón.
Nuestro objetivo era acampar un par de días en el camping de la estancia Suyai, al cual le había echado el ojo las veces pasadas. Con base allí, ademas de descansar de las largas etapas de aproximación de los días previos, haríamos algunas caminatas a la rara península que está enfrente de la estancia Suyai y algún que otro circuito que teníamos en mente. Y eso fue lo que hicimos.
CAMPAMENTO EN LA ESTANCIA SUYAI
La estancia Suyai hace muchos años que recibe al turismo. Ya en en el lejano 2006 recuerdo que bajando desde Los Antiguos por la RP 41, unos pequeños cartelitos invitaban a visitarla y te llevaban por una huella poco transitada al istmo que divide el lago Posadas del Pueyrredón. En esa oportunidad, una tranquera con candado me impidió conocerla ya que para hacer el rodeo por por el pueblo no nos daban los tiempos. Eran las épocas de vacaciones con los chicos en Pampa 01 con un tráiler lleno de chirimbolos; la crónica, aquí
El lugar es muy bonito, tiene un par de cabañas y departamentos que hay que reservar con tiempo, pero también dispone de una zona arbolada de camping con fogones y sanitarios que es un sueño. Nos establecimos allí por dos días con la ventaja de que al ser días de semana, estábamos solos con todo el lugar para nosotros.
Es de destacar la amable atención del encargado, Don Roberto Faucino, quien con su calidez, se desvivió para que la pasemos de diez, facilitando información y accesos de los distintos distintos lugares para conocer.
Entrada a la zona de camping
Nuestro campamento
Campamento
Parque sobre el lago en estancia Suyai
Parque sobre el lago en estancia Suyai
El fogón donde cocinamos
Pollo al disco, no podía faltar
CAMINATA A LA PENÍNSULA
Justo enfrente de la administración de la estancia, la costa presenta una caprichosa curiosidad. Una larga y angosta península se introduce en el lago e invita a visitarla. En años anteriores accedimos en la comodidad de los vehículos pero esta vez la disfrutamos de otro modo, caminando.
Tiene unos dos kilómetros de largo y un ancho variable entre 10 y 20 metros; lentamente está siendo colonizada por vegetación cuyas semillas las lleva el viento. Al llegar a su extremo uno puede imagina que que se está en la proa de un «Titanic» en el medio del lago.
Es una geografía particular de la zona ya que no es la única; en la desembocadura del río Oro hay otra similar.
La extraña Peninsula frente a Suyai
En el extremo de la penínsulaLa estancia Suyai desde la penínsulaPenínsula, al fondo la estancia SuyaiCaminantes satisfechosPaisajes que llevan a la relajaciónVista de la península desde las alturas del Santuario de la VirgenSantuario de la Virgen, en un bosque de pinos de las alturasLa estábamos pasando realmente bienPaisajes que enamoran
Envalentonados con Adriana porque habíamos logrado caminar trece kilómetros recorriendo el mirador del lago Belgrano y un pequeño asomo al sendero del Azara, hoy nos animamos a encarar el Circuito Grande de la Península del lago Belgrano, que tiene más o menos dieciocho kilómetros.
Yo conocía el Circuito Chico de haberlo recorrido el año pasado y había quedado deslumbrado, por lo que el Circuito Grande era algo que deseaba conocer y más ahora que sabía que nos íbamos a poder bancar la caminata.
Nos levantamos temprano, desayunamos muy bien en La Oriental y nos fuimos con la chata hasta el estacionamiento próximo al inicio del sendero en el istmo de la península.
El clima estaba muy bueno porque apenas estaba nublado, no hacía mucho frío y había poco viento, ideal para el trekking. Sin mucha carga, sólo con una pequeña mochila con una vianda y agua suficiente, salimos rumbo a la aventura.
Los circuitos de la península, perfectamente señalizados
Se puede recorrer en cualquier sentido pero nosotros elegimos hacerlo en sentido horario. La primera parte es esteparia y a medida que se avanza hay una transición lenta al bosque de lengas, que van cobrando vigor a medida que se avanza hacia el oeste.
Juegos de luces y sombras sobre las aguas producen estas imágenes espectaculares. Al fondo, el cerro MiéSobre el extremo sudeste de la península,el cabo Dos Bahías.Si miran bien podrán notar unos de los refugios que voy a comentar más adelante. Hasta aquí estamos a unos 7 km del estacionamiento.Disfrutando de la compañía y del paisaje rumbo al refugio Quetro
En este sector oeste de la península, comienza a aparecer el bosque andino de lengas y el sendero se interna en él.
Ya estábamos cerca del refugio Quetro, después de más de 10 kilómetros de caminata. Este refugio, como todos los demás del parque, son de un nivel «noruego», gracias a las donaciones que el magnate norteamericano Gilbert Buttler realizó en el parque.
A estos refugios se accede por ahora en forma gratuita, reservando en la página web del parque y disponen de espacio para tres o seis personas (hay dos modelos), con cuchetas, colchonetas, asientos, una mesa, enseres de cocina, elementos de limpieza, una salamandra y leña cortada, todo en una coqueta y acogedora cabaña de construcción increíble. La próxima vez que visitemos el parque vamos a planear pasar una noche en uno de ellos, debe ser una experiencia fascinante y confortable. A su alrededor hay algunos espacios para camping perfectamente delimitados, con un baño de uso de publico, en condiciones excepcionales de pulcritud y limpieza
Buscando el QuetroBosque y senderoRefugio Quetro por dentroSufrido bosque de lengasPlayas Quetro y La ArenaBajada a La ArenaPlataforma para campingLa increíble playa La Arena con su isla desierta enfrentePlaya Quetro, mirando hacia el surPlaya Quetro, mirando hacia el norte
Con lo hecho, ya habíamos completado la mitad del recorrido planeado. El lento pasaje de la estepa al bosque, acercándonos a las altas montañas nevadas limítrofes bordeando el brazo sur del lago Belgrano que vivimos, iba a ser a la inversa. Ahora iríamos dejando las montañas nevadas y el bosque para volver a la estepa pero bordeando el brazo norte del lago, de características completamente diferentes al sur. El aporte del río Volcán, que trae las lechosas aguas de los glaciares del cerro San Lorenzo, hace que la gradual mezcla de las aguas le proporcione mil tonos de turquesa, mostrando algo tan lindo que es difícil de creer. Luego el sendero se adentra en la península , la cual en su interior tiene una serie de lagunas que a esta esta altura del año tienen poca o casi nada agua aportando colores extraños al revelar sus fondos secos.
El brazo norte del Belgrano y sus mil tonos de turquesa.El brazo norte del Belgrano y sus mil tonos de turquesa, otra vezEl delta del río Volcán cuando vierte sus aguas en el Belgrano, que trae del cercano San Lorenzo.Estepa y lago BelgranoEstepa y cerro MiéLaguna PescadoOtra laguna ahora secaIstmo de la península BelgranoCansados pero felices después de intensos y maravillosos 18 km de paisajes increíblesPor supuesto, después tuvimos que recuperar energías en La Oriental, con los asados de Eduardo Lada